Leía
de Macarrone Damián lo siguiente que me
pareció bastante interesante 1) Aprender una técnica de otro u otros y
reproducirla es copiar. 2) Fotocopiar un libro o hacer una copia de un cd
es copiar. En el primer caso: Muchas de las cosas que hacemos las realizamos
copiando al otro y es una manera de incorporarlas y aprenderlas pero si
solo nos quedamos con la simple copia nunca vamos a poder mejorar la calidad de
los conocimientos adquiridos. Con lo cual creo que no está mal copiar para
tener una base de donde arrancar. En la escuela técnica se utilizó y se utiliza
mucho este sistema de enseñanza, especialmente en los talleres. Aunque en la
actualidad se busca que el estudiante no solamente copie sino también que
comprenda lo que está haciendo.
Nuestra personalidad se
va construyendo por identificaciones, nos identificamos con otro, tomamos de él
rasgos y los incorporamos como propios, aprendemos muchas cosas imitando o
copiando, intentamos ser como ese modelo
al cual aspiramos. Pero no hacemos de eso una copia fiel del original, hay algo
que aportamos de nuestra individualidad, para mejor o para peor, lo mutamos,
cambiamos, tomamos solo una parte, el resto se tiñe, se mezcla, se reconstruye
con nuestra esencia.
En este link hay
una publicidad que ejemplifica como, por ejemplo, hay rasgos característicos que
representan a una profesión, rasgos que a su vez son tomados de un maestro. El hecho
de que un analista use diván, sea hombre, fume pipa, tenga barba, use polera,
etc. son rasgos tomados de Freud y que un siglo más tarde continúan apareciendo. Una copia del modelo. Copiar
no es robar, robar es sacarle a los demás, copiar es solo hacer uno más, copiar
es dar igualdad.
Comparto también con
Damián lo del taller, un cirujano comienza su práctica profesional viendo a
otro operar, lo mismo que un docente observando una clase. Recuerdo que al
principio del tramo una profesora nos pidió que relatemos alguna experiencia de
un docente que haya sido significativo en nuestras vidas, yo recordé a una
señorita de 2º grado que era muy dulce y me decía que era un terrón de azúcar o
una cucharada de dulce de leche cada vez que le llevaba un dibujito y me di
cuenta en ese momento que yo en el jardín donde trabaje les decía a las nenas
lo mismo, sos mi frutilla con crema, mi mousse de chocolate, etc.
Voy a compartir
un fragmento extraído de una clase del pos título en Tic’s que realizo:
El reconocimiento es el primer gesto que un docente
debe realizar hacia sus estudiantes: el movimiento de apertura en el cual el
otro es recibido, acogido, hospedado simbólicamente en toda su complejidad; con
sus palabras, silencios, desplazamientos, sonidos, gestos. El otro es un sujeto
que interpela y conmueve con su presencia.
Toda mi
infancia hice gimnasia deportiva y el inicio de este deporte, de esa pasión fue
la película de Nadia Comaneci. Es por eso que me resulta interesante cuando Homero recitaba la Odisea combinaba
elementos que tomaba prestados de otros bardos y Sarmiento en
civilización y barbarie dejo muy en claro que quería copiar el modelo
europeo.
Kuplan
nos invita a pensar que el uso de las
tic’s es una modernización sin cambios pedagógicos, continúan los estudiantes siendo
receptores pasivos de un saber dado por el docente. Nos habla de una
perspectiva dialógica, pero iniciar el diálogo requiere que el docente en primer
lugar tenga una gran capacidad de escucha y un esfuerzo serio por conocer y comprender
a sus estudiantes, lo que implica sus culturas, de esta manera las
instituciones educativas puedan tener algún sentido para los jóvenes, muchos
estudiantes sienten que tanto el aula como las instituciones educativas son
espacios donde sus modos de vivir y sentir no tienen lugar. Nos invita a pensar
al otro desde su lógica y no desde la objetividad científica. Un posible acercamiento
será comprender
mejor las culturas de los jóvenes con los que trabajamos y transformar nuestras
prácticas a partir de esta comprensión.