sábado, 10 de mayo de 2014

La Comunicación/Educación en la trama de la cultura Módulo 1.
Es impresionante ver como ha cambiado el panorama social  producto de la revolución digital de la Web y la expansión de numerosos tipos de redes sociales o comunidades virtuales. Es cada vez más notorio utilizar éstas de manera continua para informarse sobre noticias, participar en la compra y venta de diversos productos, recibir información, establecer contactos, jugar y ejecutar actividades de colaboración profesional, así como chatear y compartir aficiones diversas. De ahí que el entorno en donde nos desarrollamos haya cambiado radicalmente en la forma de comunicarnos y la educación no escapa de esto. Hoy nos encontramos repensando    los roles de profesores y estudiantes, lo que implica repensar  estrategias de enseñanza  que incluyan la Web  y sus diversas herramientas. Las redes sociales se han convertido en una herramienta que permite el aprendizaje colaborativo e involucra espacios de intercambio de información que fomentan la cooperación siendo , a mi gusto y entender, una modalidad totalmente enriquecedora.
Como educadores uno de los retos al que nos enfrentamos , es  reconstruir el espacio educativo y adaptarlo a la sociedad que se sujeta a cambios continuos. Las redes sociales constituyen una de las herramientas más representativas de la Web , no deberían ser obviadas para su estudio, ya que su arraigo y fascinación en los alumnos son una posibilidad didáctica enorme, puesto que el eje de todas ellas se adscribe a la interacción y capacidad de responder y comunicar con rapidez y elocuencia” (Artero, 2011).
Las nuevas tecnologías y los avances en el mundo digital están dando lugar a profundas transformaciones socioculturales que nos afectan a todos, comunidades, individuos, a los gobiernos y a las industrias.. La escuela, que ya hace tiempo disputa con los medios la tarea de socializar a niños y adolescentes, se ve interpelada y tiene que buscar nuevas estrategias frente a la incesante multiplicación tecnológica y su penetración en todos los aspectos de la vida cotidiana.
 Sentí necesidad de investigar un poco y descubrí que son muchos  los estudios que se han realizado para explorar  el papel de los medios y  la cultura popular en la vida de los niños y los jóvenes. En el marco del Programa Escuelas y Medios, analizando el acceso a los medios de comunicación y las tecnologías, sus significados y prácticas, es decir, las características de los consumos culturales juveniles y cómo influyen en la construcción de su identidad. Expone  un marco desde los estudios de la recepción y los estudios culturales, donde define la importancia de los consumos en relación con el capital cultural, la cultura popular y la identidad cultural de los jóvenes. El estudio concluye que no existe una relación lineal entre acceso y uso. El acceso no asegura el uso y el uso no significa acceso.


Las principales conclusiones de la encuesta fueron que la brecha social es también cultural; los chicos argentinos pasan mucho tiempo conectados a los medios, pero no es su primera opción: cuando pueden elegir, prefieren la sociabilidad; lo que caracteriza a estos jóvenes es el uso simultáneo de los medios, su superposición en variadas combinaciones; no existe una relación lineal entre leer y ver TV; y no hay linealidad entre consumo mediático y mal rendimiento escolar.
Diferentes  investigaciones aportaron diferentes conclusiones. En espacios rurales se señala que respecto de los consumos culturales y la utilización de medios de comunicación y tecnologías, el primer lugar lo ocupa la música. La lectura, por su parte, está en segundo lugar. Luego, las películas, la televisión, la radio y, por último, el uso de Internet; la lectura es una práctica muy frecuente según la encuesta realizada (casi el 90% declara que lee diferentes materiales. De hecho, la lectura es más frecuente que la utilización de la televisión); ver películas es una actividad cultural que llega a más del 83% de los estudiantes.
La escuela aquí cumple un rol importante debido a que más del 20% de los encuestados accede a películas en los establecimientos educativos; la radio también es una tecnología utilizada por los estudiantes; el uso de Internet es el menos frecuente entre los estudiantes (la mayoría de ellos la usa con fines escolares).
Estudios realizados,  (Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, con base en los micro-datos de la Encuesta de la Deuda Social Argentina del Programa del observatorio de la Deuda Social Argentina (2010, UCA) y la Fundación Arcor.) describen  muestras de aglomerados urbanos comparables en el tiempo y representativas de la población urbana, sus conclusiones en relación con las poblaciones infantiles y de jóvenes son las siguientes:
Respecto del acceso a Internet y al celular, el porcentaje de adolescentes que no utilizan Internet ha disminuido en los últimos tres años, no obstante, las desigualdades sociales en el acceso a esta herramienta se mantuvieron; respecto de la lectura, el porcentaje de adolescentes que no suelen leer se mantuvo en torno al 46% a lo largo del período 2007-2009; en el estrato muy bajo, el 53% de los adolescentes no suele leer libros, revistas o diarios en papel, mientras que en el estrato medio alto no suele hacerlo el 38%; el 22% de los adolescentes urbanos no suele leer ni utilizar Internet; respecto de las actividades físicas y/o artístico-culturales, cinco de cada diez adolescentes no realizan ninguna fuera del espacio escolar.
• Encuesta Joven 2010  muestra algunos cambios en las formas de acceso y uso de las nuevas tecnologías. Los datos indican que el 95% de los jóvenes usa Internet y más de la mitad se conecta varias veces al día con el objetivo de entretenimiento. El cibercafé, a su vez, está en desuso, así como los fotologs y los blogs. La actividad social sigue siendo la prioridad y la mayoría pasa el tiempo libre cerca de sus amigos, pero la mayoría lo hace en su casa o se contacta por Internet .


Considerando las múltiples facetas que se perciben en el desempeño del rol docente con relación a los medios informáticos podremos pensar  que el docente será cada vez más facilitador, un orientador de trabajos y de líneas informáticas y, recordando de nuevo los mitos,  el auténtico mentor que acompaña el alumnado en su camino de formación. Los medios son eso, medios; nunca fines en sí mismo. Los profesores son elementos claves en el proceso educativo, ese diálogo a múltiples bandas en los que otro de los principales interlocutores será el conjunto de nuevos medios informáticos al servicio del estudiante.El papel del profesor toma nuevos senderos al aceptar las innovaciones de la tecnología educativa. Los docentes debemos estar familiarizados con la tecnología educativa en sus vertientes de medios de comunicación de masas y de medios audiovisuales e informáticos, y diseños de instrucción y de este modo poder promover una educación para la tecnología, no sólo una tecnología para la educación, no significa colocar a la educación en estado de dependencia, sino formar personalidades y grupos capaces de relacionarse con el fenómeno tecnológico desde una plataforma activa e inteligente.La educación es, en esencia un proceso de comunicación, por cuanto los participantes en el acto educativo intercambian significados a través de procesos de conversación, la cual puede ser oral, escrita, o a través de la imagen, la actuación u otras formas que los humanos descubran y utilicen para hacerse entender de otros humanos (Huergo & Fernández, 1999). La comunicación, entendida como el proceso de intercambio de significados que hace posible la convivencia y el abrirse a los otros para poder interactuar con ellos, constituye un elemento fundamental de los procesos educativos. Podríamos afirmar que comunicación y educación son lo mismo, salvo porque no todo acto comunicativo tiene intencionalidad educativa, aunque todo acto educativo sí tiene intencionalidad comunicativa y se realiza a través de procesos comunicativos. El reto que tenemos como   educadores consiste en poder lograr una comunicación efectiva con sus interlocutores y el reto de quien se educa consiste en lograr una comunicación efectiva con las fuentes que le proveen elementos para su formación, sean éstos maestros, libros, medios de comunicación, bases de datos, redes de información o comunicación o compañeros  con quienes  comparte la aventura educativa.
Según Kaplún Mario, citado por Huergo: “hay que comenzar a  entender a la comunicación como producción social de sentidos y la educación como procesos de formación de sujetos. La comunicación, entonces, trasciende el ámbito exclusivo de los medios para recuperar el sentido experiencial del término: diálogo, intercambio, relación de compartir; para ampliar la mirada asociada al acto de informar, de transmitir, de emitir.


Susana Denaro.

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