CULTURA
ESCOLAR vs. CULTURA MEDIÁTICA?
Sumergidos
en un mundo definitivamente mediático los niños y jóvenes establecen con los
medios de comunicación y las nuevas tecnologías una relación “cuasi-simbiótica”
y de la cual los adultos nos encontramos “como caballo a mitad del río”
transitando un cambio de paradigma que en muchos casos ofrece una gran
resistencia para la comprensión y el entendimiento de esta nueva cultura
comunicacional que impone por lo menos una “importante atención” vinculada al
ámbito educativo en general.
El
eje tecno-pedágico escolar se ha desviado desde el texto hacia la imagen,
trayendo aparejado un “conflicto entre la lógica escritural y la hegemonía
audiovisual”.
“Un nuevo régimen de educabilidad
articulado con la tecnicidad mediática como dimensión estratégica de la
cultura, que va configurando un ecosistema comunicativo en el cual se modifican
los campos de experiencia al ritmo de la configuración de nuevas sensibilidades,
de modos diferentes de percibir y de sentir, de relacionarse con el tiempo y el
espacio y de reconocerse y producir lazos sociales.”
Ver artículo en el siguiente enlace: Susana Bermudez
El tema en cuestión no es la incorporación de tecnología ni aparataje sino el reconocimiento de una "Transformación Cultural".
"El problema central para describir los
conflictos entre cultura mediática y cultura escolar es el de las pugnas
culturales por el sentido."
Es posible sostener que “lo educativo”
consiste en que, a partir de una práctica de interpelación, un agente se
constituye en sujeto de educación activo incorporando de dicha interpelación
algún nuevo contenido valorativo, conductual, conceptual, etc., que modifique su
práctica cotidiana en términos de una transformación o en términos de una
reafirmación más fundamentada (Buenfil Burgos, 1993).
Citando el texto de Jorge Huergo: “…las
estrategias pedagógicas deberían tener más en cuenta el contar/relatar de
los sujetos (las identidades preexistentes al acto de formación), que el concientizar
a los sujetos; deberían tener más relación con el reconocimiento que con el
conocimiento (que muchas veces es la reproducción/imposición del reconocimiento
de otras culturas, que nos han hablado, que han hablado por nosotros).”
Sin embargo, si adoptamos el pensamiento freireano necesitamos saltar de
las revolturas hacia una “revolución” cultural en la
construcción permanente de una cultura liberadora.
Me resultó interesante el aporte de la compañera Cristina d'Ambrosio en cuanto a las revolturas culturales y el avance a un futuro promisorio, en su comentario de este Blog.
Y en cuanto al impacto de este nuevo paradigma del "ecosistema comunicativo" en la educación, coincido con la reflexión del chileno Martín Hopenhayn en lo referente a los "códigos de modernidad" y sus objetivos tales como formar recursos humanos, construir ciudadanos
y desarrollar sujetos autónomos.
El primer objetivo nos muestra que la escuela debe acompañar a los adelantos tecnológicos, profesionales y laborales y preparar a los sujetos para los nuevos retos.
En segundo término la educación tiene que fomentar el espíritu crítico, cuestionador de la realidad, de las instituciones, con el fin de desarrollar ciudadanos con iguales posibilidades de participación en diferentes ámbitos de la sociedad.
Y por último, quizá este sea el aspecto que más me lleve a la reflexión: es la de promover jóvenes libres, creativos, autónomos, con la capacidad de leer, discernir, pensar por sí mismos y no dejarse influenciar por los medios y tener la posibilidad de hacer un verdadero cambio en los procesos de comunicación-educación y disponer de una sociedad más justa y democrática.
Como conclusión cito el siguiente texto:
Profundizar el desplazamiento de eje
propuesto por el “paradigma de las mediaciones”, desplazamiento que va de
estudiar la comunicación como proceso de dominación, a investigar la
dominación como proceso de comunicación (cfr. Martín-Barbero, 1998).
Profundizar el desplazamiento propuesto por el “paradigma dialógico”, donde el trabajo
educativo, en todos sus sentidos y ámbitos, es entendido como proceso de
liberación (transformación, resistencia, autonomía) con los otros, y no
para ellos. Sólo por estos caminos será posible darle batalla a las nuevas
formas de producción de hegemonía bajo las formas de las revolturas culturales.
Bibliografía:
Huergo, Jorge, "Desbordes y conflictos entre la cultura
escolar y la cultura mediática."
Muy buen trabajo Daniel! Creo que con esto redondeaste la cursada.
ResponderEliminarSaludos!