domingo, 27 de octubre de 2013

El conflicto entre la cultura escolar y la cultura mediática


El conflicto entre la cultura escolar  y la cultura mediática

La cultura mediática y la cultura escolar se superponen en la labor docente, esto trae como consecuencia una crisis, un desacuerdo aparente.
Huergo en su texto “Desbordes y conflictos entre la cultura escolar y la cultura mediática” nos da su visión del conflicto.
Antes de ingresar en dicho tema quisiera comentar mi experiencia. Actualmente no ejerzo ni ejercí como docente, durante los últimos quince años mi rol fue más que nada como alumna o como integrante de equipos de orientación. Desde este recorrido puedo dar fé de la revuelta cultural que describe Huergo. Los cambios en la cultura renovaron mis percepciones, ritmo de vida y mis vínculos sociales, tal cual se detallan en su texto.
Para mí era impensado transitar una formación educativa por medio de la tecnología, esto no solo me permitió obtener más conocimientos en relación a ella sino en la forma de adquirir contenidos académicos y como consecuencia ampliar mis vínculos, por lo cual entiendo ahora que posibilitan y posibilitaron la construcción de saberes, de formas de dialogar, de reflexionar, etc. Realmente es una experiencia positiva.
 La compañera Monica Klipper en el blog propone en su propio video una realidad que nos atraviesa y en ella la cultura mediática es la que nos moviliza y transforma nuestras subjetividades y significados.
Ya posicionada como futura docente puedo decir que es necesario considerar que en toda crisis, luego de buscar las alternativas de superación, se adquiere un aprendizaje.
En mis prácticas pude comprobar que si bien en la escuela secundaria la cultura escolar esta en conflicto, en los ejes que menciona Jorge Huergo, el disciplinamiento, los saberes, la educabilidad, etc., están en un momento de crisis real. Estas revueltas culturales se pueden resolver como dice el autor,  “empezando a comprender que los acontecimientos comunicativos mediados por dispositivos técnicos se insertan en un dinamismo permanente que responden a exigencias y procesos sociales”. Los mismos producen unas nuevas formas de comunicación, seguramente distintas a las que fuimos formados, es allí donde comienza mi entendimiento. Comprendo con todo esto que no soy yo quien va a formar sujetos sino los va a guiar en dicha formación. Tanto ellos como yo estaremos en una permanente reestructuración, para ello es necesario conocer los mundos culturales de los sujetos a los que pretendemos formar, ser pedagogos críticos nos dará autonomía.
 Margaret Mead nos habla de los cambios culturales, los mismos me hacen reflexionar y dar cuenta a partir de esa lectura que pertenezco a una cultura cofigurativa, mi modelo de comportamiento lo constituye la conducta de mis contemporáneos. Hoy en día me encuentro insertándome en la cultura que ella denomina prefigurativa, la misma señala un cambio en la naturaleza del proceso, los jóvenes de la actualidad ya no aprenden de los adultos si no del nuevo mundo tecno-cultural, el mismo está regido por las imágenes, la tecnología etc.
La cultura imperante es la que señala que existe un proceso de transformación de significados, los mismos son generados por la tecnología y los medios de comunicación. La cultura mediática es, mal que le pese a algunos, transformadora de prácticas, saberes y representaciones. Concibo que el ámbito educativo se encuentra excedido por las mismas, estas atraviesan todas las formas de vida social, pero solo mediante el intercambio y el dialogo se podrá afrontar la crisis.
Fue notable en mis prácticas, como los jóvenes que conocí, demostraban la necesidad de lo anteriormente mencionado, se comprobaba en sus rostros cuando uno ya en el rol docente se acercaba, los nombraba, los miraba, les hablaba. En todo momento se procuro el acercamiento y el dialogo. El grupo fue presentado y es reconocido por todo el plantel docente como los violentos o irrecuperables.
Nuestro desafío fue y es demostrar que ellos están inmersos en un contexto en el cual no podemos ni debemos pretender cambiar, somos nosotros a los que corresponde profundizar, renovar nuestras percepciones, aprender a acercarnos a ellos para poder así comunicarnos. La cultura mediática es lo que les interesa a ellos y hay que comprenderlo. Los contenidos organizados y lineales los desmotiva, hay que reflexionar sobre ello. Si bien estos deben ser presentados por una cuestión didáctica de esa manera, se debería apelar a la creatividad para poder articular los mutuos intereses.
María C. Matta en sus escritos nos transmite que en todo tipo de espacio sociocultural existe una dimensión educativa y formativa, Saul Taborda también nos habla de lo mismo.
Paulo Freire sostenía que el educador también es educado y el educando es educador.
Particularmente me quedo con esto último, ya que considero que en mi experiencia personal voy a tener presente todo mi recorrido en esta formación,  con la articulación de los medios tecnológicos, los mediáticos y sobre todo no voy a desestimar que fueron muchos jóvenes (Hijos, sobrinos, profesores), los que me enseñaron y formaron mi pensamiento reflexivo critico, esta experiencia transformo mis estructuras rígidas.



 

1 comentario:

  1. Coincido con Maria Cecilia, en el sentido de que la cultura imperante marcada por los medios y las tecnologias, marcan un proceso de transformacion de significados. En este contexto, nosotros como docentes debemos atender a estos cambios y de esa manera repensar la forma de enseñar, incorporando las tecnologias, utilizando la internet por ejemplo como herramienta, blogs, y de esta manera logar el acercamiento y la comunicacion con los jovenes, facilitar el desarrllo de su espiritu critico y la formacion de opinion,.-

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