miércoles, 29 de mayo de 2013

Tecnologías e información: más allá de la escuela. Opinión.

Información, información, más información. Eso es lo que reciben, cada día más, las nuevas generaciones. Tal como afirma Prieto Castillo, la escuela ha adquirido una dinámica de transmisión unidireccional, al mismo tiempo que los medios de comunicación masiva comenzaron a ocupar el lugar de “educadores”. Bajo este aspecto, y respondiendo a la línea conceptual del autor, podríamos decir que en la medida que esto sucedía las prácticas discursivas se fueron alejando del sentido de la vida. Los nuevos sujetos pedagógicos cada vez hallan en internet y en las nuevas tecnologías –cada vez más nuevas y en períodos más cortos– todo aquello que se relaciona de manera más directa con su cotidianeidad. Mientras que en una clase, sólo encuentran conceptos abstractos o contenidos.
Esta nueva dinámica escolar, no es sólo una responsabilidad de la educación, sino del desarrollo mismo de las sociedades y de los mercados. Un mundo capitalista rentable, precisa del consumo de productos nuevos en menores períodos de tiempo. Y de más está decir que la información es un producto más de los mercados. Asimismo, para que nadie sospeche de este “plan” de las empresas, deben distraer. La cantidad de información que circula en las redes y en los medios en general, en gran parte, hacen eso.
Un estudiante me dijo hace poco: “la profesora de Biología sabe mucho, hasta algo más que yo de Medicina”. El chico está en la escuela secundaria, entonces le pregunté: “¿vos sabés de Medicina? ¿Cómo es eso?”. Y la respuesta no me sorprendió: “internet, en internet está todo”, más allá de que pensé, como primera opción, que me diría que sus padres son médicos. Así, sin procesar lo que decía, sin pensar siquiera en una clasificación de lo que leía, él asumía un saber casi experto, si se quiere. Se comparó con una docente.

Nos lo dijo el mismo Prieto Castillo, la información adquiere valor en sí misma. Así, la circulación de ésta mantiene una linealidad que erosiona los saberes. En la escuela, muchas veces, aparecen estas formas de “desarrollo” de las clases. Se desdibujan, de este modo, además, la relación entre lo local y lo global y la comunicación en sí misma. No existen idas y vuelta en los procesos comunicacionales y se asume que la cantidad de información per se implica comunicación.
Más allá de que la información, al parecer, va ganando una carrera a la labor de los educadores, el ritmo de lo demandado por la generación nueva supera lo que los docentes pueden ofrecer en el tiempo que permanecen dentro de las aulas. Esta situación representa un nuevo desafío para la educación en general: en la familia, en la escuela, en los espacios de interacción social y, por supuesto, en los medios.
En función de esto ¿podemos pensar a los medios como clave de la transformación social? La valoración desmedida de los medios como dispositivos de cambio sin educación genera, al mismo tiempo, un relax en la participación en los procesos de comunicación social de rutina y una espera cómoda de soluciones por parte de quienes los consumen. En definitiva, los medios se transforman en un héroe tan fantasmal como la realidad creada, muchas veces, por ellos mismos.
Entonces ¿cuál debería ser el espacio de comunicación–acción por excelencia? Desde este artículo podemos arriesgar una respuesta: la familia. Es necesario volver a la experiencia de las instituciones originarias que nos van transformando en sujetos de mundo. Se trata de recuperar la praxis como instrumento educador.
La memoria familiar, la memoria colectiva, son importantes para recuperar, también, una valoración positiva del educador. Las TIC han proporcionado, sin dudas, una gran cantidad de herramientas de registro. Pero, si eso no se lo utiliza a conciencia –para reconstruir y mantener los lazos sociales, por ejemplo–, sólo son “cosas lindas” que nos entretienen y distraen.

En relación con la temática, les recomiendo una serie de documentales de Canal Encuentro, Hemisferio Sur. Uno de los programas plantea una reflexión sobre las bondades y contras de las tecnologías, desde la perspectiva de uno de los entrevistados:
Avance de "Puentes, brechas y conexiones"





4 comentarios:

  1. Hola Adrián. Necesitaría que me digas tu apellido para poder pasarte la nota. y dado que tu nick en el blog solo tiene tu nombre, de acá en más te pido que firmes tus publicaciones.
    Gracias

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  2. Mientras espero tu apellido un comentario respecto a tu publicación:
    Está bien el modo en que te aporpiás de los contenidos del módulo desde tus propias experiencias. En particular resulta muy interesante la anécdota de tu alumno/doctor, dando cuenta de las transformaciones subjetivas y culturales que nos preocupan en la materia. A lo que vos introducís una nueva problemática: la familia. Esun tema que merece seguir siendo pensado, porque las transformaciones de la escuela y los medios de comunicación también tienen su correlato en la institución familiar. Digo, la familia ya no es lo que era "originarimente", por lo que dificulto pueda llegar a jugar el papel que vos le atribuís. No sé, habría que seguirlo pensando.
    En cuanto al uso de la imagen y el video que hacés, todavía queda bastante desarticulado respecto de lo que escribís. Espero puedas trabajar una mayor cohesión de los diferentes lenguajes en futuras publicaciones, porejemplo comentando y señalando explicitamente que aspectos de la imagen o los videos vienen a cuento del tema sobre el que escribís.
    Saludos

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  3. Creo que nuestro error como docentes y del sistema educativo es ese querer seguir transmitiendo información. La información está, se busca y se encuentra. Nosotros debemos encontrar en internet un aliado, no un enemigo. Debemos enseñarles a buscar la información, a comprenderla y a reflexionarla! Justamente en un mundo tan cambiante la información es lo que menos dura.
    Recuerdo que yo como bióloga tomé un libro de la biblioteca, ahí decía que la membrana celular podría estar formada por dos capas de lípidos. Hoy en día se sabe muchisimo sobre la conformación, propiedades, funciones, etc de esta membrana. Debemos como docentes permitirles a nuestros alumnos buscar la información, desintegrarla y reintegrarla, de lo contrario pretendemos que sean simios enciclopedistas.

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    1. Coincido con esa postura sobre la información y lo que debemos enseñar. Pero no creo que hablar desde los "errores" sea lo adecuado para solucionar las fallas del sistema educativo. En necesario pensar en lo complejo y la cantidad inmensa de cosas que los tiempos actuales nos demandan enseñar, acompañar, ordenar, incorporar, etc. Hay tomar distancia de ello y pensar en nuevas formas de poder abordarlo y ver con qué capacidades y competencias, cada uno de los actores que intervenimos en la educación podemos aportar. Sigo pensando en que es complejo, difícil, pero no imposible. Aquí, la educación en espacios socioculturales lleva una delantera que el Estado aun no comprende, pero que, de a poco, asoma para legitimarla.

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