viernes, 22 de noviembre de 2013

AMPLIACIÓN Y RECUPERATORIO DEL 2do POST: “LO QUE NO SE ELIGE”

Intentaré explicar de manera más clara las ideas que quise exponer en el blog correspondiente al Módulo 1. Lo titulé “LO QUE NO SE ELIGE” haciendo alusión al concepto de “atravesamiento de la cultura masiva” (eso quise representar con la imagen de un hombre atravesado por un rayo de luz) del que habla Huergo.
Él nos dice: “En la conformación del mundo cultural se producen adhesiones a determinados discursos que modelan, reafirman y transforman nuestras prácticas heredadas. No puedo escindirme de ellas, y además como estoy en un mundo social, la suma de todas ellas me van formando como sujeto”[1]

En otras palabras, ese “no poder escindirme” tiene que ver con no poder dividirme. Lo nuevo convive con lo viejo y se mezclan en cada acto, en cada pensamiento. Y este es un hecho del nadie escapa. Entonces, si la cultura nos trasciende y existe a pesar de nosotros, me atrevo a afirmar que estamos lejos de poder elegir conscientemente qué posturas queremos tomar como docentes respecto de los medios de comunicación. Todos tenemos alguna postura tomada aunque no nos demos cuenta de ello. Poder visibilizar desde dónde hablamos, implica todo un complejo ejercicio de reflexión que conlleva un esfuerzo psíquico y una motivación considerables, que todo docente debería convertir en hábito para poder revisar a diario su práctica discursiva.

A su vez, me gustaría agregar el aporte de Cristina Mata  quien sostiene que dichos discursos  no son mensajes aislados sino que están compuestos por "conjuntos textuales,  porque  cada mensaje particular remite a otros y se encadena con ellos en un continuum simbólico, cultural. Asumir esto, implica aceptar que los mensajes de carácter alternativo o educativo que las organizaciones populares o educativas y promocionales  producen, serán recibidos de la misma manera, es decir, insertos en ese conjunto cuya lógica global ha sido y está siendo diseñada desde otro lugar, el del poder".[2]

Hasta aquí expuse lo que a mi entender constituye el universo de aquello que no podemos elegir.
Por suerte en nuestra práctica docente hay cosas que sí podemos decidir y que tienen que ver, por ejemplo, con los contenidos a enseñar. Cada vez que dictamos una clase podemos poner a trabajar toda nuestra creatividad y nuestro criterio profesional para discernir cuáles de todos los temas que debemos dar en el año son los más adecuados y útiles para cada curso en particular.



[1] Huergo, Jorge (2007). “Una primera aproximación al campo de Comunicación/Educación”, material de la Cátedra de Comunicación y Educación, UNLP, [en línea] http://comeduc.blogspot.com/2007/04/documento-de-ctedra-una-primera.html


[2] Mata, María Cristina (1996). “Nociones para pensar la comunicación y la cultura masivas”, Segundo curso de especialización con modalidad presencial a distancia, Buenos Aires, Centro de Comunicación Educativo La Crujía.

jueves, 21 de noviembre de 2013

¿Cómo enseñar a los jòvenes de hoy?

Los docentes de hoy tenemos el desafìo de captar la atención de nuestros

alumnos para poder enseñar los contenidos curriculares.

La escuela dejò de ser el ùnico lugar que imparte educación. Competimos

con otros lugares fìsicos a saber: clubes de barrio, la esquina, la calle, etc. Como

sostiene  Jorge Huergo, “una plaza….pueden ser potenciales espacios en los que

se  den pràcticas de comunicación y educación”.1

Segùn Buenfil Burgos 2, se produce una interpelaciòn un llamado al individuo en

convertirse en sujeto. Una interpelaciòn hace que el agente se constituya en  un

sujeto de educación activo, incorporando algùn nuevo contenido que modifique

su pràctica, por  ejemplo, lograr socializaciòn en una murga.



El tema en cuestiòn es, como sorprenderlos cada clase para que estèn

 motivados, y quieran participar de esta. En el espacio àulico cuentan con

las netbooks *http://bitacorashipertextuales.blogspot.com/2013/07/

la-comunicacion-tecnologica-como.html y

los celulares, que les permiten conectarse a lugares distantes

sin moverse de sus bancos, “…a veces conocemos màs lo que ocurre en

lugares remotos de nuestro mundo que lo que le pasa  al vecino.” 3

Muchas veces en medio de la explicación del profesor, estàn

jugando por Internet o mirando una pelìcula guardada en el disco rìgido.



Tenemos que ser innovadores , hacer que las clases sean participativas, que

cada alumno quiera aportar un poco de su experiencia. Es menester el incorporar

estàs herramientas tecnològicas a nuestra enseñanza. Por ejemplo darles como

consigna el buscar información por Internet sobre tal o cual tema.

En la materia que enseño en este perìodo lectivo, Trabajo y Ciudadanìa, les

pido que confeccionen el Curriculum-vitae y la carta de presentación con la

utilización de las netbooks, haciendo uso del programa Word como software,

que aprendieron en las Tics.

Mis alumnos me dicen que ahora los curriculums se cargan directamente en

Internet, a lo que les respondo que tambièn se pueden hacer presentaciones

espontáneas en la empresa en la que uno quisiera trabajar y que en ese caso

hay que entregar el curriculum en papel. Aprovecho ademàs el enseñarles

a confeccionar un sobre, puès no lo saben hacer en un 100%!!!

Debemos reconocer el entorno actual como formador de sujetos y la

capacidad transformadora de la intervención educativa.

Para Gutierrez 4 la pedagogìa de la comunicaciòn se resuelve en tres cuestiones:

1 – un reconocimiento, la existencia de la escuela paralela.

2 – un proyecto, el que articula el diàlogo con la participación.

3 - una polìtica, contra la monopolizaciòn de la escuela en la formación de

sujetos.




1-       Huergo, Jorge “Una primera aproximación al campo de Comunicaciòn/Educaciòn.
2-       Huergo, Jorge “Una primera aproximación al campo de Comunicaciòn/Educaciòn.
3-       Huergo, Morawicki, Irschick “La dimensiòn educativa de los espacios mediáticos”
       4-    Huergo, Morawicki, Irschick “La dimensiòn educativa de los espacios mediáticos”
           



                                                                                           Gladys Di Bella
                                                                                           Noviembre de 2013





sábado, 16 de noviembre de 2013

Los jóvenes y los medios de comunicación

Los medios de comunicación hoy en día son un medio de gran influencia en los adolescentes.
Me resultó interesante poder debatir en la cursada de capacitación pedagógica temáticas relacionadas con la forma en que los jóvenes adquieran conocimiento. Inevitablemente surge la problemática de qué tan eficiente es el ingreso de las netbooks a las aulas. Muchos compañeros sostienen que la computadora irrumpe en sus clases, impidiendo lograr foco de los estudiantes en el profesor. Otros afirman que es un medio útil y necesario ya que los jóvenes de hoy conviven con la tecnología, y la idea de insertar la netbook es favorable para su aprendizaje. Personalmente creo que ambas posturas son válidas, todo depende de la modalidad de trabajo del docente y de que posean la formación suficiente para poder ponerla en práctica.

Tomando referencia de los textos leídos, traigo una frase que Margaret Mead comparte: “nuestro pensamiento nos ata todavía al pasado, al mundo tal como existía en la época de nuestra infancia y juventud, nacidos y criados antes de la revolución electrónica, la mayoría de nosotros no entiende lo que ésta significa. Los jóvenes de la nueva generación, en cambio, se asemejan a los miembros de la primera generación nacida en un país nuevo. Debemos aprender junto con los jóvenes la forma de dar los próximos pasos; Pero para proceder así, debemos reubicar el futuro. A juicio de los occidentales, el futuro está delante de nosotros. A juicio de muchos pueblos de Oceanía, el futuro reside atrás, no adelante. Para construir una cultura en la que el pasado sea útil y no coactivo, debemos ubicar el futuro entre nosotros”.

La autora menciona claramente poder romper con el pasado, con las estructuras educativas viejas, y situarnos en el presente, donde los jóvenes han crecido. De esta manera, podremos construir aprendizaje juntos.

Me resulta interesante poder comprender la educación desde sus inicios. Y así poder comprender como se fue desarrollando para llegar a ser lo que hoy es.

J. Meyrowitz dice que “es sólo a partir del siglo XVII que la infancia como tal ha empezado a tener existencia social. Ello merced en gran medida al declive de la mortalidad infantil y a la aparición de la escuela primaria, en la que el aprendizaje pasa de las prácticas a los libros, asociados a una segmentación al interior de la sociedad que separa lo privado de lo público, y que al interior de la casa misma instituye la separación entre el mundo de los niños y el de los adultos. Desde el XVII hasta mediados del siglo XX el mundo de los adultos había creado unos espacios propios de saber y de comunicación de los cuales mantenía apartados a los niños, hasta el punto que todas las imágenes que los niños tenían de los adultos eran filtradas por las imágenes que la propia sociedad, especialmente a través de los libros escritos para niños, se hacía de los adultos. Desde mediados de nuestro siglo esa separación de mundos se ha disuelto, en gran medida por la acción de la televisión que, al transformar los modos de circulación de la información en el hogar rompe el cortocircuito de los filtros de autoridad parental. Afirma Meyrowitz: “Lo que hay de verdaderamente revolucionario en la televisión es que ella permite a los más jóvenes estar presentes en las interacciones de los adultos (...)"Es como si la sociedad entera hubiera tomado la decisión de autorizar a los niños a asistir a las guerras, a los entierros, a los juegos de seducción eróticos, a los interludios sexuales, a las intrigas criminales. La pequeña pantalla les expone a los temas y comportamientos que los adultos se esforzaron por ocultarles durante siglos.

De esta manera, la “caja boba”, se vuelve un mensajero directo del mundo de los adultos. Además, como todos sabemos es un medio de consumo, por lo cual hay provecho del mercado que esta puede generar. Claramente el mensaje que la televisión (y demás medios de comunicación como la radio, internet) emite tiene un fin comercial, y los jóvenes se ven influenciados constantemente por ella. El mundo que los jóvenes van creando tiene relación directa con lo que consumen a diario. Por ello los medios de comunicación masiva tienen gran influencia en la formación de un joven.


Como le hemos visto desde un punto de vista psicológico, los adolescentes se mueven en tribus, lo que podemos agregar es que en esta era de la tecnología, se ha creado una comunidad virtual y cibernética en la que los jóvenes se mueven.

Los jóvenes son parte de una “cultura mediática”. Tomando el texto de Huergo Jorge, Morawicki Kevin y Irschick Carolina, “en ese contexto, si los espacios estaban antes ligados a la materialidad, a los lugares que efectivamente ocupábamos (la calle, nuestra casa, la plaza, el club, etc.), ahora también se amplían a otros espacios cuyo soporte no es material sino simbólico. Recorremos espacios remotos y múltiples en tiempo real, vemos imágenes de muchos rincones del mundo casi sin movernos de un sillón, o desde la mesa de nuestra casa; ya no necesitamos mover nuestro cuerpo para estar con otros; y lo hacemos con tanta intensidad como antes recorríamos con nuestro cuerpo los espacios más cercanos y familiares. Los nuevos espacios mediáticos, son producidos y distribuidos incesantemente, entonces, por los medios y las tecnologías.

Es interesante tener en cuenta estos cambios, es importante poder situarnos en las formas que los jóvenes tienen de comunicarse, de adquirir conocimiento, de percibir el mundo. De esta manera podremos comprender su comportamiento, y reconocer valores e intereses.


Conversando con compañeros de la cursada, acordamos en que cuando trabajamos en el aula, es imprescindible poder mirar a los jóvenes, no solo como meros estudiantes, sino como personas en plena etapa de desarrollo y creación de su personalidad, que van tomando forma a partir del medio en que viven, del contexto y vínculos que crean, y la escuela no deja de ser parte de esto, por ello la importancia de que los docentes estén formados y actualizados en esta nueva era tecnológica.

Recomiendo ver el post de Mónica Kipper que describe muy clara y simple las diferencias entre los adolescentes y adultos.


Paula Nerome
Noviembre 2013



hipertexto de bitacora 2


 CAMBIOS POSIBLES

La escuela se encuentra atravesada por una pluralidad de culturas que pueden ser la de la calle o quizá también la del mercado para nombrar solo algunas respondiendo a nuevos modos de clasificación que se enmarcan en la complejidad actual de nuestro mundo.

                                  Estas culturas y sobre todo la mediática operan desde dentro de la vida cotidiana más allá del           carácter de públicos o consumidores de los sujetos posiblemente extendiéndose a la mayoría de las formas de vida social, en palabras de Huergo , los sentidos mediáticos no están afuera sino que se han hecho cultura y                resignificado, hecho un espacio común.  Sosteniendo además  que el aprendizaje que debemos sacar de ésta                , nuestra época, es el proceso de restitución de lo público, es decir, la posibilidad de discutir y tensar la definición de lo común.

En nuestras prácticas podemos observar esta pluralidad de culturas que confronta con un modelo hegemónico de cultura escolar que otorga respuestas a todos los fenómenos desde una postura cerrada e inflexible que no hace sino recrear practicas hegemónicas que se encuentran naturalizadas provocando desencuentros entre jóvenes y docentes que muchas veces no encuentran la forma de hacer frente a estas situaciones, algunos porque ni siquiera observan un problema en ello y otros porque solo reproducen el modelo que aprendieron incluso desde el tiempo en que realizaron sus prácticas.

El no entendimiento o la incomprensión de la cultura mediática por creerla no académica o indisciplinada por no responder a los cánones de la alta cultura asociada a las instituciones escolares, no solo recrea una pedagogía tradicional que no puede dar respuestas a los cambios que se producen en la actualidad sino que también lleva a pensar en los jóvenes de una manera devaluativa, pensándolos como problemáticos y extendiendo aún más las desigualdades sociales.
 
 
 
Es necesario pensar en la construcción de identidades y en las nuevas formas de percibir, sentir que chocan con las de los adultos y que la escuela jejos de ser el único canal de legitimización de saberes ha perdido muchos lugares y seguirá perdiendo más si sigue el camino de fortalecer el autoritarismo y la descalificación de los jóvenes.

Cuántas veces hemos escuchado y me remito a mi experiencia en las instituciones, a colegas que criminalizan a la juventud y los acusan de todos los males que se producen hoy en día pero pregunto ¿no es acaso, igual e incluso más violento, aun, que quien tiene la tarea diaria de brindar oportunidades educativas reales sea un intolerante o ni siquiera pueda pensar una manera de cambiar su práctica actual, ineficiente y con falta de respuesta a la necesitada por los alumnos?

Si seguimos permitiendo que los conflictos entre la cultura escolar y la mediática sigan el camino que llevan adelante en la actualidad no podremos pensar y llevar a cabo una pedagogía de la presencia que permita construir una relación recíproca, abierta que tenga en cuenta los intereses permitiendo desarrollar experiencias significativas en nuestros  jóvenes.


Pensar y transformar la escuela dependerá de ESTABLECER UN CAMINO pero para ello es necesario un compromiso de reflexión, capacitación y acción.
 
LO QUE DEBEMOS TENER EN CUENTA
 

MODULO 2

MEDIOS, IDENTIDAD Y ESCUELA

Podemos avanzar hacia una educación mejor si todavía continuamos implementando metodologías tradicionales que poco tienen que ver con las necesidades actuales de nuestros estudiantes o pensándolo de otra manera, si reproducimos practicas hegemónicas que se asocian a representaciones  queligan a los jóvenes con la delincuencia y que imposibilitan un cambio necesario,la respuesta es contundente, no se puede. 

EL CAMBIO ES HOY

Es necesario modificar la cultura escolar ya que la mirada retrograda y tecnofobica no parece estar brindando buenos resultados, repensando la educación y la práctica docente, en la necesidad de una productividad discursiva.
 
Los jóvenes en la actualidad poseen nuevos modos de percibir y narrar la identidad, su contacto con los medios les permite ser flexibles y  sumar características de universos culturales muy diversos que desafían percepción de los adultos y su comprensión de este tipo de identidad. De aquí puede entenderse lo sostenido por Barbero respecto al nuevo sensorium juvenil que interpela a la escuela a revisar sus modos de enseñar.
El centramiento de poder ligado a la escuela, el saber y los libros se ve fragmentado por una nueva circulación de la información. Estos saberes circulan por otros canales y no necesitan de la aprobación de la escuela, lo cual los torna como peligrosos y se los acusa de pertenecer a la baja cultura.
Las instituciones escolares reaccionan a los cambios culpabilizando a los jóvenes y fortaleciendo el autoritarismo y como consecuencia se encuentra cada día más alejada de modificar  sus prácticas e imposibilitada para el desarrollo de un nuevo modelo educativo que permita hacer frente a los cambios producidos en la actualidad utilizando como estrategia la tecnicidad mediática.
 
La escuela hoy en día no toma en cuenta los

cambios culturales y desconoce a los jóvenes

porque  la comunicación y la información son sencillamente ignoradas, parece no ocurrir nada para muchos docentes, quieren cambios pero no proponen nada, no quieren capacitarse o mejor dicho no les interesa, sus prácticas se encuentran naturalizadas y sus representaciones institucionalizadas de tal manera que instituyen su reproducción, no solo a los practicantes sino también a cada uno de los nuevos docentes que llegan las instituciones imposibilitando el desarrollo de nuevos modelos por el solo hecho de que siempre se hizo así .
En mi experiencia puedo brindar ejemplos claros sobre cómo no se tiene en cuenta las necesidades de los jóvenes, trabajo con estudiantes que presentan Trastornos del Espectro Autista en dos modalidades con aquellos que concurren a la escuela especial y tienen acceso permitido a la tecnología ya que escriben en computadoras personales, entregan sus trabajos por mail, usan facebook, ven programas de televisión en las aulas, utilizan sistemas alternativos de comunicación, tablets



 

y pizarras electrónicas y otro grupo que se encuentra integrado en escuelas comunes, quienes presentan serias dificultades, según los directivos escolares y los equipos de orientación porque no escriben y entregan sus trabajos en hojas de carpeta, no leen los libros y utilizan información de internet y de programas documentales emitidos por televisión, no hablan igual que sus compañeros y se comunican con modelos alternativos, están acostumbrados a utilizar continuamente tecnología porque tienen preferencia y habilidad visual etc…
Dejo en claro que no se trata solamente de introducir tecnologías en las aulas pero las mismas son necesarias en estos tiempos donde la información puede obtenerse de estas fuentes y es necesario crear un discurso que pueda ser comprendido por todos estudiantes y para ello, la estrategia es el camino utilizado por los medios.
Los medios y las TiC interpelan  a la escuela a transformarse porque cambia la subjetividad, la cultura y un modelo de comunicación.

CAMBIA LA EDUCACION Y LA ESCUELA TODAVIA NO
 



viernes, 15 de noviembre de 2013

Revolturas culturales y refiguraciones identitarias


Los jóvenes son por carácter concupiscentes y decididos a hacer cuanto pueden apetecer.

En los apetitos corporales son, sobre todo, seguidores de los placeres del amor e incontinentes en ellos.

Son fácilmente variables y en seguida se cansan de sus placeres.

Son los jóvenes apasionados y de genio vivo, y capaces de dejarse llevar por sus impulsos.

No son mal intencionados, sino ingenuos, porque todavía no han sido testigos de muchas maldades.

Son crédulos porque todavía no han sido engañados en muchas cosas.

Están llenos de esperanza porque no han sufrido desengaños.

Viven la mayoría de las cosas con esperanza porque miran lo que es futuro, mientras que el recuerdo mira al pasado.

Son fáciles de engañar porque esperan fácilmente.

Son animosos porque están llenos de decisión y esperanza.

Son magnánimos porque aún no han sido humillados por la vida.

Prefieren realizar las cosas que son hermosas que las que son convenientes porque viven más según su manera de ser que según la razón.

Son más amantes de los amigos y compañeros que los de otras edades porque gozan con la convivencia y porque todavía no juzgan nada de cara a la utilidad y el lucro, y así tampoco a los amigos.

Todo lo hacen con exceso: aman demasiado y odian demasiado.

También son amantes de la risa y por eso también son propensos a la burla porque la mofa es una insolencia educada.

Así pues, tal es el carácter de los jóvenes.

 

Estas  son palabras de Aristóteles. Pueden encontrar estas expresiones en el libro 2 de su obra “La retórica”

Han pasado varios siglos y, aun así, muchos de los adjetivos y expresiones que hemos resaltado en el fragmento del texto reflejan las impresiones y opiniones sobre los  jóvenes de hoy.

Pensando un poco con la mentalidad de los profesores que habitan las aulas, tengo la sensación que la mayoría de los adultos siguen viendo en los adolescentes y jóvenes, lo mismo que Aristóteles, que si bien son rasgos característicos de esta etapa evolutiva, no son los únicos.    

Los jóvenes han ocupado un lugar muy importante a lo largo de la sociedad por ser considerados el futuro de la humanidad. La infancia es vista como una etapa de transición, de preparación para la vida ciudadana.

Así, la escuela fue el dispositivo creado por la pedagogía moderna y los Estados nacionales para “normalizar” la infancia y moldear los futuros ciudadanos. Entre fines del siglo XlX y principios del XX, la mayoría de las naciones legisló su educación primaria y la volvió obligatoria.

Este monopolio del saber estaba fundado en las nuevas tecnologías de la palabra: la escritura y la imprenta. La cultura escolar pone su epicentro en la enseñanza de la escritura y la lectura y los libros de texto van a ser instrumentos fundamentales de transmisión de conocimientos y valores. Desde las páginas de los libros se legitiman los valores hegemónicos que la cultura escolar transmite: lenguaje único, historia oficial, higiene, buenas costumbres y urbanismo.

 

 
 

Los jóvenes de hoy están  acostumbrados a la velocidad y fragmentación de los discursos audiovisuales, al zapping  y la interacción con las múltiples posibilidades del entorno informático. Chicos y jóvenes se mueven en un universo cultural muy distinto que los que legitima la cultura escolar. La institución escolar se rige todavía por los principios que la regularon en sus orígenes, tales como la homogeneidad, la jerarquización, la sistematicidad, el orden y la secuencia lineal.

Lo que no se tiene en cuenta es que los alumnos se relacionan por fuera de la escuela con  culturas diversas, otros lenguajes y saberes que, la mayoría de las veces no son tomados en cuenta en el ámbito escolar.

Nuestra responsabilidad como adultos es dejar de ver a los jóvenes como barbaros digitales, incompetentes, ignorantes e incorregibles, como un eslabón fallado de la cadena evolutiva. Es por eso que elegí compartir esa imagen, representando al hombre que venía evolucionando positivamente hasta que llegamos a los jóvenes de la actualidad.

Debemos ver a los jóvenes y a la cultura mediática en la que están inmersos como nuevas posibilidades de construcción subjetiva, ni mejor, ni peor, tan solo diferente. Esta cultura considerada indisciplinada, no académica y desordenada y lo que los medios muestran, producen, desorganizan y reorganizan en la subjetividad de los alumnos es lo que termina alterando a los profesores ya que es un desafío a su carácter de formadores de conciencia.

Ante la irrupción de las múltiples maneras de ser niño, niña, adolescente, joven, la escuela suele reaccionar lamentando la pérdida de los valores tradicionales, juzgando negativamente las diversas manifestaciones culturales, culpabilizando a los medios por influir en el imaginario infantil y a las familias por haber abandonado la alianza.
 
 

Las nuevas tecnologías nos han hecho conocer y participar  de un mundo global, no necesitamos movernos de nuestra casa para hablar con un amigo, podemos conocer cualquier rincón del mundo, hablar con personas de otros países, en distintos idioma y de otras culturas, podemos comprar ropa en china, como también ver la erupción de un volcán  o cualquier catástrofe natural en tiempo real.

La cultura mediática opera desde dentro de la vida cotidiana, amplían a otros espacios cuyo soporte no es material sino simbólico. Los medios y las nuevas tecnologías, como producciones de la cultura,  nos proporcionan modos de comprender el mundo y la vida. Por lo tanto, debemos pensar que todos los espacios socioculturales, tanto los mediáticos, de la calle, del mercado, del trabajo, etc. por ser los escenarios donde se desarrolla la vida humana, son educativos.

Los medios y las nuevas tecnologías estarían provocando una "alfabetización múltiple". Ellos elaboran nuevas formas de conocimiento que trabajan incesantemente y que no puede ser recortada, organizada y controlada por la escuela. La información es mucha y viaja a una velocidad que no permite ser procesada, incorporada, asimilada, etc. Se plantean nuevas formas de sentir y de percibir, como así también de relacionarse con el tiempo y el espacio. El problema surge con las modificaciones subjetivas y las transformaciones culturales que esos equipamientos tecnológicos producen.

En las últimas décadas del siglo XX, el avance del Mercado y la llamada “cultura del consumo” transformaron el tradicional proceso de socialización infantil basado en la alianza escuela/ familia. Hoy, los niños comienzan a ser interpelados por los medios y el mercado mucho antes de ingresar a la escuela.

Debemos conceptualizar el consumo como un proceso más complejo que el mero acto compulsivo de comprar o adquirir determinados objetos. Bajo la oferta incesante de mercaderías y una innovación tecnológica que acelera la caducidad de los productos, surge un  reconocimiento social mediante el consumo de objetos, bienes y signos. El mercado establece modos de identificación a través de la posesión y uso de los objetos y crea deseos en relación a lo que no se tiene. El niño/alumno es visto hoy como un potencial cliente/consumidor.
Las estrategias pedagógicas deberían tener en cuenta las identidades preexistentes al acto de formación.
 
Los programas de TV, las películas, la ropa, los celulares, las zapatillas, sitios Web, grupos musicales, se convierten en referentes y demarcan diferencias entre los grupos a partir del desigual consumo.

La alfabetización en medios tiene como propósito que los jóvenes se constituyan en productores culturales, capaces de interpretar la cultura mediática que los rodea y también participar, creando discursos propios. Los docentes podemos ayudar a que los adolescentes exploren y descubran nuevas formas creativas de dar a conocer sus realidades, expresen sus vivencias y que estas puedan ser compartidas con otras personas a través de la producción y difusión de videos, programas de radios o notas periodísticas.

Una forma de empezar a construir puentes entre la cultura escolar y la cultura mediática es que la escuela y los docentes nos asumamos como parte de esta problemática y aceptemos que ya no es posible construir identidades únicas e ideales porque las identidades de esta actualidad son diversas y se definen entre los cruces de la cultura letrada, la audiovisual y las tecnologías digitales.



 

 

 

jueves, 14 de noviembre de 2013








¿Cultura  Mediática o  Educar  para  aprender de  la Comunicación masiva?


                      Los cambios culturales por los que atravesamos en la actualidad, los cambios de lenguajes, estilos de comunicación  y modos de transmitir información han irrumpido en el mundo escolar, donde todos los actores escolares deben intervenir y participar, se presentan situaciones difíciles  de articular relacionadas con la económica, política o la cultura
                      En un mundo escolar donde aún se trata de homogeneizar a los  alumnados pretendiendo que los niños se apropien del conocimientos en forma masiva, independientemente de los saberes previos y de su historia personal. De la misma manera que los medios de comunicación  ingresan en cada hogar con la misma intensidad y el mismo bagaje de información, cada sujeto debe interiorizarla y procesarla para poder entenderla  y sentirse parte de el .   

En este sentido   la compañera Beatriz Luis, Libre albedrío: Elegir sabiendo....... menciona tema de la globalizacion  y el ecosistema comunicativo.

                        A partir de los artículos compartidos,
“La aparición de un ecosistema comunicativo se está convirtiendo para nuestras sociedades en algo tan vital como el ecosistema verde, ambiental. La primera manifestación de ese ecosistema es la multiplicación y densificación cotidiana de las tecnologías comunicativas e informales, pero su manifestación más profunda se halla en las nuevas sensibilidades, lenguajes y escritura que  las tecnologías catalizan y desarrollan”… (J. M. Barbero en Jóvenes: comunicación e identidad)
                    





  Cada  sujeto interviene desde su mundo interno , y se convierte en información masiva, globalizándose ,transformando y transformándose  con la realidad en un mundo siempre cambiante. Cada uno de nosotros interactua , aportando desde su singularidad al ecosistema tecnológico  adolescentes y adultos comparten un universo virtual donde las  barreras generacionales desaparecen  perdiéndose la simetría necesaria para un desarrollo  educativo saludable . El ámbito escolar  presenta el escenario ideal para incorporar distintas culturas y participar activamente en la conformación de la propia ideología.


 



Bibliográfica:
 J.M. Barbero, en Jóvenes: comunicación e identidad
J .Huergo y Cols. La dimensión educativa de los espacios mediáticos.
J. Huergo, Desbordes y conflictos entre la cultura escolar y la cultura mediática