viernes, 22 de noviembre de 2013

AMPLIACIÓN Y RECUPERATORIO DEL 2do POST: “LO QUE NO SE ELIGE”

Intentaré explicar de manera más clara las ideas que quise exponer en el blog correspondiente al Módulo 1. Lo titulé “LO QUE NO SE ELIGE” haciendo alusión al concepto de “atravesamiento de la cultura masiva” (eso quise representar con la imagen de un hombre atravesado por un rayo de luz) del que habla Huergo.
Él nos dice: “En la conformación del mundo cultural se producen adhesiones a determinados discursos que modelan, reafirman y transforman nuestras prácticas heredadas. No puedo escindirme de ellas, y además como estoy en un mundo social, la suma de todas ellas me van formando como sujeto”[1]

En otras palabras, ese “no poder escindirme” tiene que ver con no poder dividirme. Lo nuevo convive con lo viejo y se mezclan en cada acto, en cada pensamiento. Y este es un hecho del nadie escapa. Entonces, si la cultura nos trasciende y existe a pesar de nosotros, me atrevo a afirmar que estamos lejos de poder elegir conscientemente qué posturas queremos tomar como docentes respecto de los medios de comunicación. Todos tenemos alguna postura tomada aunque no nos demos cuenta de ello. Poder visibilizar desde dónde hablamos, implica todo un complejo ejercicio de reflexión que conlleva un esfuerzo psíquico y una motivación considerables, que todo docente debería convertir en hábito para poder revisar a diario su práctica discursiva.

A su vez, me gustaría agregar el aporte de Cristina Mata  quien sostiene que dichos discursos  no son mensajes aislados sino que están compuestos por "conjuntos textuales,  porque  cada mensaje particular remite a otros y se encadena con ellos en un continuum simbólico, cultural. Asumir esto, implica aceptar que los mensajes de carácter alternativo o educativo que las organizaciones populares o educativas y promocionales  producen, serán recibidos de la misma manera, es decir, insertos en ese conjunto cuya lógica global ha sido y está siendo diseñada desde otro lugar, el del poder".[2]

Hasta aquí expuse lo que a mi entender constituye el universo de aquello que no podemos elegir.
Por suerte en nuestra práctica docente hay cosas que sí podemos decidir y que tienen que ver, por ejemplo, con los contenidos a enseñar. Cada vez que dictamos una clase podemos poner a trabajar toda nuestra creatividad y nuestro criterio profesional para discernir cuáles de todos los temas que debemos dar en el año son los más adecuados y útiles para cada curso en particular.



[1] Huergo, Jorge (2007). “Una primera aproximación al campo de Comunicación/Educación”, material de la Cátedra de Comunicación y Educación, UNLP, [en línea] http://comeduc.blogspot.com/2007/04/documento-de-ctedra-una-primera.html


[2] Mata, María Cristina (1996). “Nociones para pensar la comunicación y la cultura masivas”, Segundo curso de especialización con modalidad presencial a distancia, Buenos Aires, Centro de Comunicación Educativo La Crujía.

3 comentarios:

  1. Coincido en la siguiente frase: En otras palabras, ese “no poder escindirme” tiene que ver con no poder dividirme. Lo nuevo convive con lo viejo y se mezclan en cada acto, en cada pensamiento.
    El entorno escolar en cualquiera de sus maticessiempre se enriquece de las experiencias pasadas y los nuevos desafíos tecnológicos que traen la nueva cultura de educación

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  2. Hola Lourdes. No es solo la ampliación del post anterior lo que tenías que publicar. Sino el post completo rehecho. Publicalo completo en cuanto puedas.
    Saludos

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  3. Hola Lourdes aqui me remito al comentario de tu bitácora http://bitacorashipertextuales.blogspot.com.ar/2014/02/lo-que-no-se-elige-reloaded.html

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