¡Hol@ a todos! Hemos llegado al anteúltimo post a realizar
en la materia. Voy a tomar lo realizado por mí y por ustedes, compañeros, para hacer
este hipertexto. Dentro del primer y
segundo post que hice e hicieron, nos basamos en el rol de los medios como
productores de subjetividad en la sociedad, donde hoy en día atraviesan la
cotidianidad de todos y cada uno de nosotros, y donde nosotros, como docentes, tenemos que descifrar qué hacer con esta “cultur@ mediática”.
La CULTURA MEDIÁTICA es la forma de ver, de sentir y de
actuar. Agendas temáticas, modos de relacionarse y de resolver los conflictos. Es el saber y las distintas representaciones sociales que tienen en la actualidad los
medios masivos y las nuevas tecnologías. En cuanto a la transformación de prácticas,
saberes y representaciones sociales, la cultura mediática opera desde dentro de
la vida cotidiana, María Mata en el texto de Huergo expresa lo siguiente: “Recorremos espacios
remotos y múltiples en tiempo real, vemos imágenes de muchos rincones del mundo
casi sin movernos de un sillón, o desde la mesa de nuestra casa; ya no
necesitamos mover nuestro cuerpo para estar con otros; y lo hacemos con tanta
intensidad como antes recorríamos con nuestro cuerpo los espacios más cercanos
y familiares”. Adhiero a lo publicado por la compañera Cecilia Rames cuando en
su post Repensar el rol docente como: educadores-comunicadores, ella
presenta a la cultura mediática como aquella capaz de modelar nuestras
prácticas sociales y transformar nuestros significados. Asímismo, según Huergo,
la CULTURA ESCOLAR “comprende un conjunto de prácticas, saberes y
representaciones producidas y reproducidas a partir de la institución escolar.
Sin embargo, también incluye las modalidades de comunicación y transmisión de saberes, que operan de acuerdo con la 'lógica escolar', para poder actuar socialmente (más allá de la escuela)."
No me
quiero extender mucho en el post, pero quiero que nos situemos en esta escena: “Como todas las tardes, después del cole y un
rápido almuerzo, Florencia, de 15 años, se
instala frente a la notebook. Desde hace varios años se la pasa chateando en
Facebook e interactuando en las distintas redes sociales. Los dedos vuelan
sobre el teclado y la pantalla multiplica las ventanas de páginas visitadas a
la vez, sean conversaciones simultáneas, o ventanas de las redes sociales.
Tiene en Facebook más de quinientos contactos y se expresa como una persona que quiere tener "más y más" seguidores en Twitter. Mientras se
encuentra observando todo lo ocurrido durante las horas que no estuvo frente a
la computadora, escucha música en otra ventana abierta, actualiza fotos y sube
algunas nuevas acompañadas de comentarios en Twitter. Hace un tiempo, cuando que le reglaron
un celular smartphone, creó su propio mundo virtual en redes sociales y
conversaciones con amigos por medio de Whatsapp. Utiliza todas las redes
sociales como si fueran un diario personal, pero compartido con otros
adolescentes. Florencia sube sus fotos, escribe relatos, sensaciones, algún que
otro chiste. Sus perfiles de Facebook y Twitter son muy visitados, constantemente se actualizan las redes y ella encuentra nuevas firmas, comentarios, fotos y ya se
contactó con un montón de twitteros y contactos de Facebook. Florencia sólo se
aleja de la computadora y su celular para abrir la heladera o hacer zapping en la
tele. Todo lo demás lo hace sin apartarse de la pantalla: completa la tarea,
contesta mensajes de texto en el celular, interactúa y consulta lo que necesita online. A la noche, cuando llega su mamá, responde a la clásica pregunta: '-¿Qué hiciste hoy?-' con la clásica respuesta: '-Lo de siempre, ma'. Son pocas
palabras para tantas interacciones, pero bastan para alejar cualquier mirada
adulta que invada su mundo electrónico e hiperconectado.”
Lo que intento
hacer es poner en relieve la relación de los adolescentes con los medios de
comunicación y las nuevas tecnologías. Estos se encuentran instalados en
nuestra cotidianidad, los medios imponen nuevas formas de transmisión del
conocimiento, nuevos modos de percibir y de relacionarse. A través del consumo
mediático e informático, niños y adolescentes no sólo usan estos medios; además,
construyen conocimientos, organizan sus prácticas cotidianas a partir de ellos,
comparten códigos con sus pares, objetos, conversaciones, juegos y se distinguen de
otros de acuerdo a gustos o diferentes posibilidades de acceso. Yo podría
establecer que se encuentran inmersos en un ECOSISTEMA COMUNICATIVO.
Coincido, y es muy
interesante, con lo aportado por el compañero Daniel Galati en su blog publicado La
cultura mediática vs. cultura escolar, y en el texto citado a modo de
conclusión.
La pregunta que resuena en mi mente es la siguiente: ¿Es posible acortar la distancia, cada vez más grande, entre la cultura
escolar y la cultura mediática, sabiendo que ambas constituyen hoy, el
territorio común de la formación de las subjetividades de los adolescentes?
Ahora bien, a modo de respuesta, y luego de haber transitado y explorado
este camino en la materia, puedo llegar a la conclusión de que, para que sea
posible este acercamiento entre ambos mundos culturales, la escuela debe
desarrollar proyectos de producción mediática. No exclusivamente para competir con los grandes
medios, sino para que los alumnos produzcan en forma colectiva sus mensajes,
accediendo a circuitos reales de comunicación y haciendo "circular" otras
voces. Es en el propio proceso de producción donde se dan las posibilidades de
utilizar el lenguaje audiovisual y de "formar" los conocimientos
mediáticos para generar nuevas narrativas, mostrar otros puntos de vista y
diferentes miradas, ampliando, en lo posible, el horizonte de lo
perceptible y aquello que se expresa. Nosotros podemos ayudar a que
las generaciones más jóvenes exploren y descubran
nuevas formas creativas de dar a conocer sus realidades, expresar sus vivencias
y que las mismas puedan ser compartidas con otros a través de la producción y
difusión de videos, programas de radios o notas periodísticas. Es hora de que
empecemos a construir puentes entre la cultura. Comprendo, luego de este análisis, que debemos introducirnos en esta problemática y aceptar que ya no
es posible construir identidades únicas e ideales porque hoy las identidades
son diversas y se definen entre los cruces de la cultura escolar, la cultura audiovisual y las tecnologías digitales.
Muy buena conclusión!
ResponderEliminarLindo post
Me parecio muy interesante este post, y aunque lejos estoy de ser adolescente, me sentí identificada cuando refiere al uso de los dispositivos electronicos, de las nuevas tecnologias y los medios de comunicación, ya que me encuetro con la computadora prendida leyendo el blog, el celular en la mano en watts app y con la tablet conectada a facebook y tengo la sensacion de que me encuentro inmersa en el "ecosistema comunicativo" del cual Ignacio habla. También me parecio muy clara la diferenciación que hace entre la cultura escolar y la mediatica. Resulta interesante como resalta el uso de los medios para la transmicion y construccion de conocimientos. Muy buen post!
ResponderEliminarMe paso exactamente como la compañera, al leer el post en noviembre me sentí identificada yal volverlo a releer este mes me pasa igual, es que nos manejamos en este " ecosistema comunicativo" que describe el compañero. Diariamente realizo todas esas actividades juntas mas la suma de querer charlar con mi marido e hijos que es sumamente dificultoso....
ResponderEliminar