Comunicación y educación:
 Cambio de paradigma

   Partiendo de los aportes de Huergo, consideramos que todos los espacios sociales son potenciales espacios donde se produce el acto comunicativo. Redefine a la educación desde la Comunicación y la Cultura. En definitiva expresa que dentro de las prácticas sociales y culturales se dan prácticas educativas. Abre el espacio de la escuela a todos los ámbitos de la sociedad, a todos los espacios que responden a la educación no formal. Cada vez que nos aproximamos a una experiencia nueva, nos comunicamos y así interactuamos e incorporamos nuevos conocimientos.

   En este contexto cobra importancia el papel de la cultura mediática. Según María Cristina Mata, la noción de cultura mediática refiere a la “capacidad modeladora del conjunto de las prácticas, los saberes y las representaciones sociales que tienen en la actualidad los medios masivos y las nuevas tecnologías”. Ellos, actualmente, han adquirido la centralidad para mostrar la realidad, pero esto no sería posible si no fuera por el uso de la tecnología y sus avances, y el aumento de su consumo.

   La lectura de estos textos me lleva a la reflexión sobre experiencias de mi cotidianeidad que hasta ahora no había reparado. Por ejemplo acabo de leer en un noticiero “el perdón por Web, TV y radio. Una nueva modalidad del Papa Francisco” ¡hasta el Papa utiliza los medios de comunicación para llegar a sus fieles! Si bien soy usuaria, creo actualizada de estos medios, observar a los jóvenes respecto de la incorporación de la tecnología en sus vidas, me lleva a pensar en la importancia de tenerlos en cuenta dentro del aula.

   Hace un tiempo asistí a una fiesta de 15 años, y me llamó muchísimo la atención como los adolescentes, no se desprendían de sus celulares. En plena fiesta los conectaban a sus cargadores para no quedarse sin batería! ¡Mientras bailaban respondían y mandaban mensajes! 

   Evidentemente, para nuestros jóvenes, y futuros alumnos, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías les brindan la posibilidad de expresarse. Entonces… ¿cómo obviarlos en nuestra practica docente?

   Es pertinente que como docentes adoptemos un posicionamiento que incorpore las nuevas tecnologías como herramientas que faciliten y enriquezcan la apropiación de los aprendizajes. Que nos acerquen a los alumnos como facilitadores, guías y orientadores de su trayectoria escolar. Debemos entender que el aprovechamiento de estos avances es la clave para romper con viejos paradigmas que, en términos de Freire, nos posibiliten  pasar de la educación  bancaria a otra dialógica.

   Hacer de la práctica educativa una práctica en la que prevalezca el dialogo, el cuestionamiento, la reflexión, creatividad y el intercambio. Sin subestimar a nuestros alumnos, sin creer que nosotros, como adultos- docentes, poseemos el absoluto conocimiento. Hoy ellos cuentan con un inmenso caudal de información que enriquecen la práctica educativa y hacerlos participes de la construcción del conocimiento los ubicaría como protagonistas ante el tema que proponemos, despertando interés y motivación para que logren aprendizajes significativos. Considero que si no nos apropiamos de esta realidad nuestras prácticas serán muy poco efectivas.

Nora Liliana Álvarez