Medios de Comunicación en la Actualidad

Hablar de los medios de comunicación en la actualidad, lleva necesariamente a hablar de educación. En la sociedad moderna los medios ejercen gran influencia ya que ofrecen a los niños y jóvenes una educación informal que en ocasiones consideran más llamativa e interesante que la obtenida en la escuela.

En los últimos tiempos se ha incrementado notablemente el poder de influencia de los medios debido a la facilidad con que llegan a la población. Actualmente nos vemos sometidos a un bombardeo constante de informaciones por los medios.

La comunicación es considerada un poder más dentro de nuestra sociedad, todos tenemos derecho a escucharla pero a su vez todos tenemos diferentes criterios para decidir lo que queremos seleccionar de las diferentes informaciones que nos brindan los medios.

Se pone en juego nuestro análisis crítico, cada uno puede creer o no lo que se dice, pero esa decisión está en cada uno de nosotros. Las redes sociales se han convertido en una forma de evolución de la comunicación y además son un punto clave para el estudio de las nuevas tendencias. Transforman constantemente las prácticas sociales, las rutinas y los significados y modifican las experiencias que los individuos construyen sobre la realidad. Adquirieron un rol central en la vida cotidiana, como fuentes de información y entretenimiento, como construcción de imaginarios colectivos instaurando modas y rituales en la comunidad, las cuales son utilizadas para distinguirnos de quienes son diferentes a nosotros, según Mata.

En la actualidad, debido a la aparición de medios técnicos, todas estas prácticas sociales se transformaron de una manera increíble, los niños en un día de lluvia por ejemplo, pueden jugar al futbol o a otro deporte desde el sillón de su hogar sin necesidad de moverse. O también pueden comunicarse y hablar horas con sus amigos a través de Internet. 

No  deberíamos adjudicar a los medios un papel maléfico o dañino, porque los jóvenes no son sujetos pasivos frente a ellos, sumisos que fagocitan todo lo que le es dado. Por el contrario, se trata de pensar a nuestros alumnos como sujetos activos portadores de sus propias historias que dan su consenso, ya que, como lo expresa María Cristina Mata “(…) la cultura y la comunicación masiva se construyen con la cooperación de los sujetos receptores, con sus adhesiones y rechazos. Unos y otros hablan de las estrategias del poder pero al mismo tiempo de las realidades vividas por los diferentes sujetos”.

En la actualidad nos encontrados permanentemente con el avance de la tecnología y de las comunicaciones, y se puede estar informado las 24 horas, con tan solo un aparato del tamaño de una mano. También se ha vuelto cotidiana la interacción con las personas a través de estos medios y no como antes que sería la interacción cara a cara, y que hoy lo reemplazamos con un mensajito de texto o con el Chat.

La tarea que debamos llevar adelante, según María Cristina Mata,  es asumir una mirada desprejuiciada y crítica, de análisis e interrogación permanente de la cultura masiva actual, para poder percibir de qué manera se transforma y transforma la vida de los sujetos, como estos hace suya o modifica esa cultura y como nos señalan vías para acciones transformadoras.

Desde esta perspectiva debiéramos en nuestro oficio actuar como educadores-educandos donde los procesos de aprendizaje y enseñanza emerjan de la cultura tecnológica y se apliquen en el aula de una forma creativa, pensada en base a las subjetividades de los adolescentes quienes son atravesados por la cultura mediática dominante.

Por eso es necesario, que nosotros, los educadores apoyemos a los alumnos, donde los adolescentes se sientan inspirados, motivados, enseñándoles a utilizar las nuevas tecnologías, las cuales los docentes también deberán estar preparados, y de esta manera interactúen con sus alumnos, puedan recuperar ideas y valores, que les sirvamos de guía para que busquen distintos horizontes tecnológicos. Por lo tanto, el docente para poder llegar a su alumno tiene que estar preparado y empapado de estas nuevas formas de adquirir saberes.  Nos encontramos con alumnos que, a través de internet tiene acceso a saberes, fragmentados o no, que posiblemente interpelen el posicionamiento del docente, ya que no son simples receptores pasivos, en donde uno deposita conocimientos, sino son sujetos activos. Esto nos lleva ha encontramos en la  crucial disyuntiva de tomar una actitud de repliegue y conservación o de apertura y desafío, donde entendemos que a la vez que impartimos aprendizaje también podemos aprender de nuestros alumnos.

Tenemos que darles las herramientas necesarias para que puedan decodificar lo que los distintos medios le ofrecen en forma crítica, ya que gran parte del día se ven influenciados por estos, como ya manifesté esta es la generación que ha crecido  con la explosión del desarrollo tecnológico, con la trasformación a una cultura mediática.

Jorge Huergo dice que la cultura mediática, en cuanto transformadora de prácticas, saberes y representaciones sociales, opera también desde dentro de la cotidianidad, más allá de las situaciones específicas de “recepción”, “audienciación” o del carácter de “público”, consumidores” o “usuarios” de los sujetos, extendiéndose a todas las formas de la vida social..

Conocer las características de la época en la que vivimos y tener en cuenta su incidencia en la subjetividad para aquellos que atraviesan por el sistema educativo, constituye un instrumento de valor para diseñar propuestas pedagógicas utilizando los recursos con los que contamos para albergar al sujeto que allí se forma.

La  escuela deberá fortalecer su función social acercándose a las culturas juveniles, reconociendo sus diversas conformaciones y prácticas, abriendo espacios de diálogo sobre los consumos culturales, ofreciendo herramientas para interrogar la información, analizar las representaciones y estrategias utilizadas y “desnaturalizando” los mensajes mediáticos; en lugar de la disociación entre la escuela y el afuera, lo cual profundiza la brecha que genera el desinterés de los alumnos y la queja del cuerpo docente.      

María del Carmen Gallo